Tendencias en smart cities: insight cards
La smart city es un mercado de estudio prioritario para nuestro observatorio, desde el punto de vista de su implicación en los sectores que conforman el hábitat. En este sentido, es una línea de investigación abierta para nosotros que ya se plasmó en el informe Smart City Trends.
Pues bien, recientemente la empresa Arup Foresign, consultora especializada en ayudar a las empresas a entender las tendencias y explorar nuevas ideas, ha lanzado su informe “CITIES ALIVE: 100 issues shaping future cities”. Este informe presenta una serie de tarjetas, como flashes, para ayudar a las empresas, ciudadanos, ayuntamientos, y técnicos a priorizar y explorar las cuestiones que configuran el futuro de su ciudad y que sirvan de impulso para desarrollar nuevas ideas y soluciones en dicho ámbito.
En concreto, dividen sus insight cards en 5 grandes grupos: sociedad, tecnología, economía, medio ambiente y política.
En las siguientes líneas desgranamos lo mejor del informe para su aplicabilidad a los sectores del hábitat:
Lo mejor del informe para nosotros:
Ageing society
La población mundial está envejeciendo a gran ritmo y se espera que el número de personas mayores pasará de 531 millones en 2010 a 1.500 millones en 2050. Esto implica para la ciudad la necesidad de adaptarse a este perfil de ciudadanos ofreciendo ventajas a este cada vez más creciente colectivo.
Mobile working
Como ya comentamos en nuestro informe Tendencias en oficinas y espacios de trabajo, el trabajo ya no es un lugar, sino un estado y todo ello impulsado por la innovación en los dispositivos que empleamos y el acceso a una conectividad más rápida.
Household patterns
Existe una clara tendencia hacia unidades del hogar más pequeñas y menos convencionales. Todo ello impulsado por menores tasas de matrimonios y de fecundidad, envejecimiento de la población y aumento de la riqueza en mercados emergentes.
Wellbeing
La contaminación, los accidentes, el estrés social debido a las densidades de población…los ciudadanos urbanos tienen un 20% más de riesgo de desarrollar trastornos de ansiedad y un 40% más de probabilidades de desarrollar trastornos de estado de ánimo. El diseño y planificación de las ciudades jugarán un papel cada vez más importante en la mejora de la salud de las personas.
Energy efficiency
Mejorar la eficiencia energética de las ciudades supondría grandes beneficios económicos y ambientales. Actualmente los edificios utilizan aproximadamente el 40% de la energía de mundo. Esta tendencia se relaciona directamente con otra detectada en el mismo estudio: intelligent buildings, que trata de la combinación de nuevas tecnologías y sistemas para que los edificios se vuelvan más eficientes, tanto en energía como en otros recursos.
Circular economy
La reutilización para revalorizar los productos y darles una nueva vida. La escasez de recursos y las normas medioambientales cada vez más estrictas impulsarán esta tendencia en el futuro, además de un consumidor cada vez más concienciado.
Urban regeneration
La regeneración urbana para revitalizar zonas urbanas abandonadas y generar beneficios económicos, sociales y ambientales para la ciudad. Ejemplo: Zona Museo Guggenheim de Bilbao.
Identity
La identidad de la ciudad es más que un resultado de la planificación y diseño de los espacios. Incluye las interacciones culturales y sociales que definen un lugar. El objetivo es crear espacios públicos que mejoren la habitabilidad, la salud, la felicidad y el bienestar y para ello el marketing de marca puede ayudar notablemente. Un ejemplo es la campaña “I AMsterdam” que consiguió un gran aumento del turismo.
Green infrastructure
La infraestructura verde es delimita todos los espacios verdes y azules de la ciudad y sus alrededores: parques, bosques, ríos, estanques, zonas de agricultura…Las posibilidades de este tipo de infraestructura son grandes y ofrecen una gran gama de beneficios, incluida la gestión del agua, reducir las temperaturas urbanas, la calidad del aire o la mitigación de inundaciones.
Infrastructure usage
La reutilización de la infraestructura existente y no utilizada se considera altamente beneficiosa para las zonas urbanas, tanto económica como socialmente. El proyecto Highline de Nueva York, por ejemplo, transformó un pedazo de la infraestructura no utilizada de la ciudad en un parque público, creando un espacio verde vital para sus ciudadanos