El diseño celebra el centenario del Neoplasticismo.
Casualidad o no, hace justo un siglo que el Neoplasticismo irrumpió en Holanda en las manos de Mondrian, Vander Leck , Van Doesburg o Rietveld.
Tras haber casi superado el revisitado movimiento Memphis que volvió para impregnar todas las ramas del diseño con ilustraciones tipo bacteria y colores saturados, teniendo a Ettore Sottsass como gran gurú; parece que la industria se lanza a recuperar otro movimiento artístico y estético.
Composición en rojo, amarillo, azul y negro de Mondrian.
De Stijl durante el Salone del Mobile Milano 2017.
Numerosas marcas se han apoyado en el Neoplasticismo o De Stijl en el pasado Saloni Milano 2017, ya sea en diseño de producto, de espacios, stand, el diseño gráfico de sus catálogos o hasta la dirección de arte en fotografía.
Para refrescar conceptos podemos resumir que el Neoplasticismo buscaba la renovación estética depurando las formas fundamentales. Líneas, planos, cubos, esferas y medias esferas conformaban las pinturas, los productos y los espacios.
Neoplasticismo y compromiso social.
Curiosamente y al contrario que el controvertido movimiento Memphis, a la corriente que nos ocupa se la consideraba comprometida con la sociedad de su época. El “De Stijl” anunciaba una nueva era de colectivismo y objetividad apoyándose en los adelantos científicos, tecnológicos y políticos. Es aquí donde encontramos un paralelismo. Quizás encontramos la justificación de su regreso en 2017 en la era de internet y las comunicaciones, la economía compartida, del acercamiento al multiculturalismo en una época de grandes cambios políticos.
Cualidades estéticas.
Más similitudes encontramos en la ausencia de simetría de algunos productos, pero que sin embargo tienen un gran sentido del equilibrio como la lámpara Setareh de Francesco Librizzi para Fontana Arte, o la colección debut de Child Studio, In the Shadow of a Man collection.
In the Shadow of a Man collection – Child Studio.
Child studio explora la percepción de la realidad y la fantasía con una serie de esferas de vidrio brillantes, que parecen estar deslizándose y rodando por los planos inclinados pero capturados en un punto de sutil equilibrio, como si estuvieran congelados en el tiempo.
SETAREH table lamp – Francesco Librizzi – Fontana Arte.
Los diseños presentados en Milán pese a su asimetría son ordenados, resultan optimistas y alegres. Esto puede verse en los diseños de Patricia Urquiola con sus alfombras para CC Tapis, o Shadows in the Windows de Andrea Ponti, donde se juega con la lecturas entre el mundo bidimensional y el tridimensional.
VISIONI – Patricia Urquiola – CC-Tapis
Shadows in the Window – Andrea Ponti
El Neoplasticismo eliminaba todo lo superfluo hasta que prevalece sólo lo elemental en un intento de llegar a la esencia, así se depuran las formas llegando a los componentes fundamentales. Los recientes Totems de Karen Chekerdjian y la colección Fireworks de Muller Van Severen, podrían ser buena muestra de ello:
Totems de Karen Chekerdjian.
Fireworks de Muller Van Severen.
Color, color, color.
La característica más reconocible además del uso de la geometría en el Neoplasticismo, es el color, con el uso de unos pocos colores a menudo aplicados en su faceta más pura o saturada. La marca valenciana Missana se posiciona claramente en el De Stijl con el uso de los tres colores primarios en esta escenografía del sofá Canoa diseñado por Pepe Albargues. Amarillo, azul y rojo, crean una composición inspirada claramente en las particularidades del movimiento.
Sofá Canoa de Pepe Albargues para Missana.
Homenaje o algo más.
El sector del diseño evoluciona de la mano de los cambios sociales, económicos, tecnológicos; ¿ serán estas muestras de regreso del neoplasticismo un simple homenaje, o existe una razón más profunda?. Si la tendencia persevera, esperamos que la industria y los diseñadores no se queden solo en la estética del De Stijl, sino que también recuperen parte de la esencia ideológica pasada por el filtro de la actualidad.