Tendencias sociales: “La geografía ya no es decisiva en la cultura”
“La geografía ya no es decisiva en la cultura”, ¿puede ser cierta esta afirmación? Aunque el fenómeno de la globalización no es nuevo, ya los romanos y otros imperios la popularizaron hace milenios, si es cierto que la revolución tecnológica de las últimas décadas permite que la información viaje de forma más rápida y el caudal sea mucho mayor.
El 19 de septiembre se inauguró en el Espacio Tabacalera de Madrid el último trabajo fotográfico de Miguel Trillo ‘De la Costa Este a la Costa Oeste. Afluencias’, una muestra que refleja el trabajo realizado durante 5 años en tres continentes diferentes en los que ha retratado a diferentes tribus urbanas, con la conclusión de que las fronteras físicas cada vez son un menor impedimento para la cultura global.
Entre la caída del telón de acero de la Europa del Este al final de los ochenta y el estallido de las primaveras árabes a principios de 2010, la cultura juvenil se ha internacionalizado aún más si cabe. “El Lejano Oeste cada vez es más cercano y está bañado por las playas de California, no lo habitan cowboys, sino surferos. El Extremo Oriente ya no nos es tan extraño y el sol sale por unas avenidas de Tokio transitadas por otakus. Asia mira a las estrellas de Japón. África mira el resplandor cercano de Europa. Y el mundo sueña con el imaginario de Estados Unidos”.
Desde el otro punto de vista, artículos como este de la revista Vice sobre punks frustrados en Birmania, muestran como las tribus urbanas tienen un caracter identitario propio, sobretodo en países en los que cuentan con estados represivos, y la misma tribu urbana puede tener un caracter muy diferente incluso cuando el aspecto exterior es similar.